Loredana (66 años)

Para mí, la familia siempre ha sido y será la principal prioridad. Sin embargo, he de decir que divertirme es justo la siguiente. Soy afortunada de poder disfrutar de estos dos placeres bastante a menudo. Conocí a mi difunto marido cuando era joven. Nos enamoramos a primera vista y formamos una familia. Ahora, dedico mi tiempo a las reuniones familiares y a disfrutar de la vida. Y puedo decir alto y claro que mi Doro me ayuda en ambas facetas.

Además de cuidar de mi madre, a la que llamo con frecuencia, ahora también chateo con mis nietos. Se están haciendo mayores y, como dicen, van a su aire, pero basta con adaptarse a la tecnología para poder seguir en contacto con ellos. Antes de tener mi móvil Doro, nunca lo había logrado. Cuando no estoy con mi familia, salgo a bailar. Me encanta mover el esqueleto. Es mi gran pasión desde niña. Ahora tengo más tiempo para dedicarle y el compañero de baile perfecto. Cuando mi marido falleció, me propuse saber si todavía era capaz de disfrutar de las cosas buenas de la vida. Entonces, conocí a un hombre llamado Enzo y, a su lado, descubrí de nuevo el amor y recuperé la alegría de vivir.