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Norbert, aventurero por naturaleza, utiliza su Doro para estar localizable cuando sale a quemar rueda.
«Cuando tengo mi teléfono Doro en la mano, siento que tengo algo valioso».
Norbert (77 años)
Empresario y motero
A mis 77 años, tengo previsto vivir por lo menos un siglo y, por ahora, no me planteo bajarme de la moto. No me siento en absoluto una persona mayor y no me gusta el significado negativo que a veces se le da a esta expresión. No es mi edad, sino mi personalidad la que me define. ¡Y quiero vivir la vida!
También soy el «Número uno» como primer miembro y fundador del Club Harley Davidson de Alemania. Hace poco realicé un viaje largo de 4.000 km con mi moto por España. En momentos así, es cuando más me alegro de tener mi Doro conmigo. Creo que el botón de alerta es muy importante, ya que permite avisar de inmediato a la persona adecuada si lo necesito. No es una función de seguridad que solo me protege a mí, sino también a quienes me rodean. Ahora que tengo mi propio smartphone, ya no dependo de los más jóvenes para estar en contacto. Los moteros sabemos lo importante que es poder localizarnos si alguno se pierde.
Mantenerme en contacto con quienes no se suben a la moto también es importante para mí. La función de cámara del teléfono es muy útil para que no me pierdan la pista. Ahora ya no necesito cargar con una cámara grande ni esperar para compartir las imágenes de mis viajes. Con Doro, puedo hacer una foto y enviársela directamente a mis amigos para que vean dónde he estado. Parece mentira, pero creo que ya no podría vivir sin estas opciones de comunicación. El teléfono me permite mantenerme en contacto con todo el mundo, desde amigos y familiares hasta empresas.
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